a message.

Alguno de estos días te va a mandar un mensaje. Y en ese momento, te vas a dar cuenta de que solo fue uno más. Otro tonto, otra ilusión, otro más que se acercó pero que no se jugó nada. Cuando sostengas el teléfono entre tus manos y recibas ESE mensaje, te vas a dar cuenta que nada valió la pena, ni las lágrimas, ni las noches en vela, ni las corridas para verlo, ni las sonrisas fingidas para agradarle.
No te valoró, siempre lo supiste, nunca lo dijiste en voz alta. Pero con ese mensaje, vas a terminar por reconocerlo

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