Si mi cielo era gris, ahora es negro, un negro denso y profundo. No tengo donde huir, pero me mantengo de pie. Los sentimientos me aprisionan, ya no hay nada que pueda hacer para controlarlos. Ese nudo en la garganta, una pequeña lágrima se desliza por mi mejilla. Me duele el pecho, la incertidumbre me mata, dónde estas ahora que te necesito? Dijiste que volverías.
No cumpliste.
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