El vino entibia sueños al jadear
Desde su boca de verdeado dulzor
Y entre los libros de la buena memoria
Se queda oyendo como un ciego frente al mar.
Mi voz le llegará, mi boca también
Tal vez le confiaré que eras el vestigio del futuro.
Rojas y verdes luces del amor
Prestidigitan bajo un halo de rush
Que sombra extraña te ocultó de mi guiño
Que nunca oíste la hojarasca crepitar?
Pues yo te escribiré, yo te haré llorar
Mi boca besará toda la ternura de tu acuario
Parado estoy aquí, esperándote
Todo se oscureció, ya no sé si el mar descansará...
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