Cuando uno es músico, nunca se termina de aprender todo. Siempre hay cosas para aprender o perfeccionar, es un hambre eterna por saber más que no se termina nunca. Por ende, es normal que nadie esté conforme con todo lo que sabe, o por cómo salió algo. Es más, si estuviera realmente conforme, hay algo que está mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario