En el amor no existe el libre albedrío, nadie puede decidir de quién va a enamorarse.
La gente debe enamorarse con los ojos cerrados. Sólo cierra los ojos. No veas, y será mágico.
Los seres destinados a ser amados son, a pesar de todo, odiados por aquellos otros seres a quienes nadie nunca puede amar.
Amar duele. Es como entregarse a ser desollado y saber que en cualquier momento la otra persona podría irse llevándose tu piel.
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